Nada bueno surge de insistir en nuestras propias cualidades y los defectos de los demás. Lo único que sucede es que desarrollamos una visión muy distorsionada y engreída de nosotros mismos, y una actitud arrogante e irrespetuosa hacia los demás…
No tiene ningún valor considerarnos más importantes que los demás y pensar sólo en nuestras propias cualidades. No aumenta nuestras cualidades ni reduce nuestras faltas, y no hace que otros compartan nuestra excelsa opinión de nosotros mismos.
Si, en cambio, nos centramos en las buenas cualidades de los demás, nuestro engañoso orgullo disminuirá y llegaremos a considerarlos más importantes y preciosos que nosotros mismos. Como resultado, nuestro amor y compasión aumentarán y naturalmente realizaremos acciones virtuosas.
Esta conferencia es perfecta para aquellos que son nuevos en la meditación y los practicantes más experimentados interesados en profundizar la práctica.